Tras intensas negociaciones entre el gobierno y la Concertación, el comité político tuvo que acceder a la firma de un nuevo acuerdo para salvar la LGE. Mañana se espera que la Presidenta Bachelet suscriba un compromiso con los parlamentarios oficialistas para enviar un proyecto paralelo sobre educación pública.
Hoy se vivió un día clave en el Congreso Nacional, luego que la sala de la Cámara de Diputados iniciara la discusión del proyecto de Ley General de Educación (LGE).
El debate en el Congreso y las negociaciones de pasillo estuvieron marcados por la división de los parlamentarios de la Concertación, quienes hasta última hora han manifestados su rechazo al proyecto presentado por el gobierno, que incluye la indicación sobre educación mixta consensuada con la Alianza. Además se sumó la negativa a la iniciativa de los profesores en las galerías de la Cámara Baja y las masivas manifestaciones de estudiantes simultáneas en Valparaíso y Santiago.
Si bien tras de intensas y agitadas gestiones, el gobierno consiguió sólo alinear a los diputados de la Concertación para aprobar la idea de legislar la iniciativa, la jornada estuvo marcada por el rechazo expresado por sectores del oficialismo que pedían retirar la suma urgencia -y con mayor razón la discusión inmediata con la que sorprendió el Ejecutivo al medio día para permitir el ingreso de más indicaciones-, por el rechazo de la gran mayoría de los diputados oficialistas a la indicación consensuada entre el gobierno y la Alianza.
Tras las primeras horas de debate, el gobierno que había desplegado un intenso lobby en el Congreso, entendió que la probabilidad de que no se contaran con los 68 votos necesarios para aprobar el proyecto era bastante alta -pese a que los 53 diputados de la UDI y RN lo apoyarán - por lo que se necesitó de una reunión de emergencia entre el comité político, los presidentes de los partidos de la Concertación y los jefes de bancada para salvar el proyecto.
La tensa reunión-almuerzo, donde incluso se defendieron los puntos de vistas por momentos alzando la voz, finalizó con el compromiso de los diputados de la Concertación de aprobar la idea de legislar del proyecto LGE, pero con la condición de que mañana se firme un nuevo acuerdo entre la Presidenta Michelle Bachelet y el oficialismo para enviar en las próximas semanas un proyecto de ley - paralelo a la LGE- que aborde la educación pública.
Asimismo, se dejó en libertad de acción a los parlamentarios para votar de acuerdo a su conciencia las diversas indicaciones que se presentarán al proyecto, incluida la que consensuó el Ejecutivo con la Alianza y que despertó el rechazo de parte de bloque de gobierno.
"Está el compromiso de todos los parlamentarios de la Concertación de votar la idea de legislar de la reforma (...) respecto de la indicación de la Presidenta (consensuada con la Alianza) cada parlamentario votará en conciencia, pero reitero el llamado para que los parlamentarios de la Concertación respalden a la Presidenta", dijo Viera-Gallo, incapaz de alinear a todos los diputados oficialistas tras el proyecto del gobierno.
Tras conocer el acuerdo alcanzado entre los parlamentarios oficialistas y el gobierno, la Alianza exigió a Viera-Gallo entregarle una nómina con los votos que es capaz de asegurar para aprobar la polémica indicación. Trascendió que el Ejecutivo sólo pudo garantizar 18 votos oficialistas (8 de la DC, 6 del PPD y 4 del PS). Los que sumados a los 53 de la Alianza deberían bastar para aprobar la iniciativa.
La división de la Concertación ante la iniciativa mantiene en duda, hasta última hora, la victoria del acuerdo sobre educación que firmaron con las manos en alto la Presidenta, el oficialismo y la Alianza a fines del año pasado y además para muchos al interior del oficialismo marca un precedente, puesto que el proyecto será aprobado con los votos de la derecha y una Concertación dividida y opositora en su mayoría a la iniciativa, provocando severas tensiones en las relaciones entre La Moneda y la Concertación.
En tanto, mañana se espera que finalmente la Cámara vote el proyecto a partir de las 13.00 horas. De ser aprobada la iniciativa pasa a segundo trámite en el Senado